miércoles, 22 de junio de 2011

LA RENDIJA

Todos los días antes de levantarme me deben voltear hacia mi lado derecho para ponerme una crema que evita la formación de escaras; en esta posición logro ver, a través de una ventana, la pared que separa mi casa de la casa de la casa del vecino.
Sobre esa pared se apoya el techo dejando una rendija de unos 60 Cms de largo por unos 15 Cms de alto [luego se agranda, pero no logro verla] a través de la cual veo el cielo unas veces encapotado, otras lluvioso y otras prístino.
Luego me sientan en la sala y no vuelvo a ver el cielo hasta el día siguiente. Cuando sales de tu casa se te ha ocurrido elevar los ojos al cielo al tiempo que le das gracias a Dios por poder ver el cielo en su plenitud y tantas cosas bellas que Dios ha creado, para ti, en la naturaleza.
Rosalio (Roly) Julio Castillo Brandt; jueves, 21 de abril de 2011.


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